En el cuarto de baño deben convivir dos tipos de iluminación. Por un lado, una iluminación general y por otro lado una iluminación más puntual, que apoye a la primera sólo cuando la necesitemos, para poder realizar tareas de higiene y cuidado personal de forma minuciosa.
La iluminación en el baño, por las características de la estancia, implica ciertas exigencias de seguridad como tener en cuenta el grado de IP. Por IP entendemos el Índice de Protección de una luminaria. El número consta siempre de dos dígitos. El primero de ellos hace referencia al nivel de protección que ofrece la luminaria frente al polvo e intrusiones de cuerpos sólidos y el segundo dígito hace referencia al nivel de protección de esa luminaria frente a la intrusión de líquidos. En el caso del primer dígito, los valores van desde 0 hasta 6, siendo 6 el valor de mayor protección. En el caso del dígito que nos informa de la protección a los líquidos, los valores van de 0 a 8, siendo 8 el valor que permite a una luminaria ser sumergida, por ejemplo, en agua.